Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la cuarta causa principal de muerte a nivel mundial. La OMS estima que 65 millones de personas tienen EPOC de moderado a grave. En 2015, aproximadamente 3 millones de personas murieron a causa de esta afección.
La EPOC se desarrolla de forma lenta y, por lo general, empeora con el transcurso del tiempo. En las primeras etapas, alguien con EPOC puede no tener síntomas. La prevención y el tratamiento de forma temprana pueden prevenir daños graves en los pulmones, problemas respiratorios e incluso insuficiencia cardíaca.
El primer paso es reconocer los factores de riesgo personales que desarrollan esta enfermedad.
Fumar
La exposición al humo del tabaco es la principal causa de la EPOC. Un estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health informó que se estima que las personas que fumaron toda su vida tienen un 50% de probabilidades de desarrollar EPOC. Dejar de fumar puede reducir el riesgo de EPOC a la mitad.
La exposición al humo del tabaco a largo plazo es peligrosa. Cuanto más tiempo y cuantas más cajetillas fumes, mayor será el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los fumadores de pipa y de puros también están en riesgo.
La exposición al humo de tabaco de forma indirecta también aumenta el riesgo. El humo de segunda mano incluye tanto el humo del tabaco encendido como el humo exhalado por la persona que fuma.
Contaminación del aire
Fumar es el principal factor de riesgo de EPOC, pero no es el único. Los contaminantes exteriores e interiores pueden provocar la afección cuando la exposición a estos es intensa o prolongada. Uno de los factores que produce la contaminación del aire interior es el material particulado del humo del combustible sólido que se usa para cocinar o calefaccionar. Algunos ejemplos incluyen estufas a leña poco ventiladas, quema de biomasa o de carbón, o cocción a leña.
La exposición a la contaminación ambiental es otro factor de riesgo. La calidad del aire interior tiene un papel fundamental en la evolución de la EPOC en los países en desarrollo. Pero la contaminación del aire urbano ocasionada por el tránsito y la combustión presenta un riesgo de salud mucho mayor a nivel mundial.
Riesgos laborales
La exposición prolongada a los químicos, gases y polvo industriales pueden irritar e inflamar las vías respiratorias y los pulmones. Esto aumenta tu riesgo de desarrollar EPOC. Las personas expuestas a vapores químicos y polvo, como los mineros del carbón, manipuladores de granos y empleados metalúrgicos, tienen más probabilidades de desarrollar EPOC. Un informe de la OMS calculó que el porcentaje de casos de EPOC atribuidos al trabajo sumaba un total de 13%.
Genética
En algunos casos poco comunes, los factores genéticos hacen que las personas que nunca fumaron ni tuvieron una particular exposición prolongada al humo desarrollen EPOC. El trastorno genético resulta en niveles de proteínas alfa 1 (α1) -antitripsina (AAT) más bajos de lo normal.
En el mundo, se calcula que 3,4 millones de personas tienen deficiencia de AAT, según un estudio publicado en la revista Chest Journal. Pero pocas personas son conscientes de esto, debido a que la afección no es muy diagnosticada. Si bien la deficiencia de AAT es el único factor de riesgo genético bien identificado de la EPOC, los investigadores sospechan que hay otros genes involucrados en el proceso de la enfermedad.
Edad
La EPOC es más común en personas de al menos 40 años con antecedentes de tabaquismo. La incidencia aumenta con la edad. No hay nada que puedas hacer con tu edad, pero sí puedes tomar medidas para mantenerte saludable. Si tienes factores de riesgo de EPOC, es importante que hables con tu médico.
Conclusiones
Habla con tu médico sobre tu EPOC si tienes más de 45 años, si tienes familiares con esta enfermedad, o si fumas o fumabas. La detección temprana de la EPOC es la clave para un tratamiento exitoso. Dejar de fumar lo antes posible también es fundamental.
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