La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica progresiva que afecta el sistema nervioso central (SNC). Millones de neuronas envían señales al cuerpo para controlar el movimiento, sensaciones, memoria, conocimiento y el habla. Cada vez que das un paso, pestañeas o mueves un brazo, es resultado del trabajo del SNC.
Las células nerviosas se comunican mediante impulsos eléctricos a través de fibras nerviosas. Una capa denominada vaina de mielina recubre y protege estas fibras. Esta asegura que cada célula nerviosa alcance a su objetivo deseado.
En los pacientes con EM, los inmunocitos atacan a la vaina de mielina y la dañan por error. Como consecuencia, se produce una alteración en los impulsos eléctricos.
¿Cuál es el origen de la EM?
Los impulsos nerviosos dañados pueden provocar síntomas debilitantes, por ejemplo:
- Caminar y problemas de coordinación.
- Debilidad muscular.
- Fatiga.
- Problemas en la vista.
La EM afecta a cada persona de un modo distinto. La gravedad de la enfermedad y los tipos de síntomas varían de persona a persona. La causa exacta de la EM se desconoce. Sin embargo, los científicos creen que hay cuatro factores que intervienen en la aparición de la enfermedad.
Causa 1: Inmunológica
La EM se considera una enfermedad inmunomediada. Eso significa que el sistema inmune falla y ataca al SNC. Los investigadores saben que afecta directamente a la vaina de mielina, pero no saben qué causa que el sistema inmunitario la ataque.
Se están llevando a cabo investigaciones sobre qué inmunocitos son los responsables del ataque. Los científicos están tratando de descubrir qué provoca que estas células ataquen. También están buscando métodos para controlar o detener el avance de la enfermedad.
Causa 2: Genética
Se cree que son varios los genes que desempeñan una función en la EM. La probabilidad de desarrollar EM es algo mayor si un familiar cercano, como un padre o un hermano, padece la enfermedad.
Según la Multiple Sclerosis Foundation, si uno de los padres tiene EM, se estima que el riesgo de que los hijos padezcan la enfermedad es de aproximadamente un 2,5%.
Los científicos creen que las personas con EM nacen con una susceptibilidad genética a ciertos agentes ambientales que se desconocen. Cuando se topan con los agentes en cuestión, se desencadena una respuesta autoinmune.
Causa 3: Ambiental
Los epidemiólogos han observado un aumento en el patrón de casos de EM en los países más alejados del ecuador. Esta correlación ha llevado a creer que la vitamina D es un factor importante.
La vitamina D es buena para la función del sistema inmunitario. La gente que vive cerca del ecuador está expuesta a más luz solar. Como resultado, su cuerpo produce más vitamina D.
Cuanto más se expone la piel al sol, el cuerpo produce más cantidad de vitamina, de forma natural. Dado que la EM se considera una enfermedad mediada por el sistema inmunitario, es posible que la vitamina D y la exposición al sol estén relacionadas.
Causa 4: Infecciones
Los investigadores están considerando la posibilidad de que los virus y las bacterias causen EM. Se sabe que los virus causan la inflamación y la degradación de la mielina (denominada desmielinización). Por lo tanto, es posible que un virus desencadene la EM.
Se están investigando diversos virus y bacterias para determinar si intervienen en el desarrollo de EM, como por ejemplo:
- El sarampión.
- El herpesvirus humano 6 (HHV-6).
- El virus de Epstein-Barr (EBV).
Otros factores de riesgo
Además de la genética, el ambiente, las infecciones y el sistema inmune, hay otros factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de tener EM, por ejemplo:
- El género: las mujeres tienen el doble o el triple de probabilidades de desarrollar EM que los hombres.
- La edad: según la Organización Mundial de la Salud, suele aparecer alrededor de los 30 años.
- El origen étnico: los descendientes de europeos del norte corre mayor riesgo de tener EM.
¿Qué desencadena los síntomas de la EM?
Los desencadenantes que la gente con EM debe evitar son varios. Entre ellos se encuentran los siguientes:
Estrés
El estrés puede desencadenar y empeorar los síntomas de la EM. Las prácticas que ayudan a reducir y a manejar el estrés pueden ser útiles para los pacientes con EM. Incorpora a tu vida cotidiana rituales para liberarte del estrés, como el yoga o la meditación.
Fumar
Fumar cigarrillos acelera la evolución de la EM. Si fumas, busca métodos efectivos para dejar el hábito. Asimismo, debes evitar el humo de segunda mano.
Calor
No todo el mundo nota una diferencia en los síntomas debido al calor, pero evita la exposición directa al sol y los baños con agua caliente si te provocan una reacción.
Medicación
La medicación puede empeorar los síntomas de diversas formas. Si tomas muchos medicamentos y su interacción no es eficaz, habla con tu médico sobre cuáles son los fundamentales y cuáles puedes dejar de tomar.
Algunos pacientes dejan de tomar los medicamentos para la EM porque tienen muchos efectos secundarios o porque creen que no son efectivos. Sin embargo, estos medicamentos son esenciales para ayudar a prevenir recaídas y lesiones nuevas, así que es importante no abandonar el tratamiento.
Falta de sueño
La fatiga es un síntoma común de la EM. Si no estás durmiendo lo suficiente, esto puede reducir aún más tus energías.
Infecciones
Desde las infecciones urinarias hasta un resfriado o una gripe, pueden empeorar los síntomas.
Conclusiones
Si bien el origen de la EM y su prevención son un misterio, lo que sí se sabe es que los pacientes con EM disfrutan de vidas cada vez más plenas gracias a distintos tratamientos y mejoras generales en su estilo de vida y elecciones saludables. Gracias a la investigación continua, día a día se dan grandes pasos para detener el avance de la EM.
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