Vivir con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no implica que debas dejar de vivir. Existen muchos cambios en el estilo de vida que puedes hacer para lidiar con la enfermedad.
Tu principal prioridad: dejar de fumar
El tabaco es la causa número uno de la bronquitis crónica y enfisema. Juntas, estas enfermedades comprenden la EPOC. Si aún no has dejado, es muy importante que tomes medidas para hacerlo. Habla con tu médico sobre las estrategias para dejar de fumar.
Si te preocupa la abstinencia de nicotina, tu médico puede recetarte terapias para reemplazar la nicotina, y ayudarte a deshacerte de forma gradual de esta droga adictiva. Los productos incluyen chicles, inhaladores y parches. También están disponibles los fármacos recetados, que ayudan a dejar de fumar.
Las personas con EPOC deberían evitar todos los irritantes pulmonares, cuando sea posible. Es decir, evitar químicos, aire contaminado, polvo o humo de chimeneas.
Defiéndete contra las infecciones
Las personas con EPOC tienen un riesgo mayor de contraer infecciones respiratorias, lo cual puede provocar brotes. Las infecciones que afectan las vías respiratorias, a menudo, pueden evitarse con una buena higiene de manos. El virus del resfriado, por ejemplo, en general se transmite por el tacto. Tocar un picaporte y luego frotarse los ojos puede transmitir el virus del resfriado.
Es importante lavarse las manos con frecuencia cuando te encuentras en lugares públicos. Los productos desinfectantes no son necesarios, a menos que estés en un lugar de asistencia sanitaria. El jabón y el agua corriente son suficientes para remover posibles gérmenes infecciosos.
También puede ser útil evitar el contacto con personas que muestran signos de gripe o resfrío. Tu médico también puede recomendarte una vacuna antigripal anual. Lleva desinfectante para manos contigo.
Concéntrate en la buena nutrición
Comer bien es una forma importante de mantener tu cuerpo y tu sistema inmunológico fuertes. A veces, las personas con EPOC avanzada no reciben la nutrición adecuada que necesitan para estar saludables. Puede ser útil ingerir pequeñas cantidades de alimento con mayor frecuencia.
Tu médico también puede recomendarte una terapia nutricional para asegurar que recibas los nutrientes esenciales que necesitas. Intenta tener una dieta rica en nutrientes con los siguientes alimentos:
- Frutas
- Vegetales
- Pescado
- Frutos secos
- Aceite de oliva
- Granos integrales
También debes intentar reducir la ingesta de carnes rojas, azúcar y alimentos procesados. Reemplaza las grasas animales, como la mantequilla, por aceites vegetales saludables. Este patrón alimentario se conoce como dieta mediterránea. Se ha comprobado que esta dieta ayuda a reducir la inflamación crónica, y a la vez provee muchas fibras, antioxidantes y otros nutrientes para estar saludable.
Prepárate para las emergencias
Familiarízate con los signos de una crisis. Familiarízate con el lugar más cercano adonde recurrir en busca de tratamiento en caso de que se te dificulte la respiración. Debes tener siempre el número de teléfono de tu médico a mano, y no dudes en llamarlo si empeoran tus síntomas. También informa a tu médico o profesional de asistencia médica si tienes algún síntoma nuevo o poco común, como fiebre.
Crea una lista de amigos o familiares a quienes puedas llamar en caso de tener que ser trasladado a un centro médico. Debes tener siempre a mano la dirección del consultorio de tu médico u hospital más cercano. También debes tener una lista de todos los medicamentos que tomas y dársela a cualquier proveedor de asistencia médica en caso de necesitar ayuda de emergencia.
Atiende tus necesidades emocionales
Las personas que viven con enfermedades incapacitantes, como la EPOC, ocasionalmente sufren de ansiedad, estrés o depresión. Asegúrate de debatir cualquier problema emocional con tu proveedor de atención médica. Tu médico puede recetarte medicamentos para ayudarte a lidiar con la ansiedad o la depresión. También puede recomendarte otras alternativas para ayudarte con este problema. Estas pueden ser la meditación, las imágenes guiadas, técnicas de respiración especiales o un grupo de apoyo. Ábrete con tus amigos y familiares para que sepan lo que te pasa y conozcan tus preocupaciones. Déjalos ayudarte de la forma que puedan. El manejo del estrés es una habilidad que se aprende.
Permanece activo y bien entrenado
Según un artículo de la revista International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease, publicado en 2013, la “rehabilitación pulmonar” es una intervención personalizada. Entre otras cosas, incluye el entrenamiento para mejorar la condición física y emocional de las personas. También promueve los “comportamientos para mejorar la salud”.
La investigación demuestra que el entrenamiento puede mejorar la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida de las personas con EPOC leve a moderada. También puede ayudar a aliviar la dificultad respiratoria.
Panorama
Si bien no existe cura para la EPOC, aún puedes vivir una vida activa y plena. Para evitar la progresión de la EPOC, debes cuidarte a ti mismo. Es importante trabajar con tu médico y tomar las medicaciones que te recete.
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