Es común experimentar entumecimiento o una sensación de cosquilleo, generalmente, en manos o pies, durante su tratamiento del cáncer. Esto se denomina “neuropatía periférica”. Estos efectos son habitualmente temporales y hay varias formas en las que puede manejar cualquier molestia que sienta.
Si tiene cáncer, es posible que sienta entumecimiento o sensibilidad en los pies y las manos. El término médico que recibe esta sensación es “neuropatía periférica”. Esta puede ser consecuencia de lo siguiente:
• el tratamiento farmacológico que recibe.
• el propio cáncer, por ejemplo, en el caso de que un tumor ejerza presión sobre un nervio.
• daño neurológico causado por una cirugía o radioterapia.
Es posible que sienta algunos de los siguientes:1
• entumecimiento, sensibilidad y ocasionalmente dolor, especialmente en manos y pies;
• debilidad muscular, lo que genera dificultad para caminar o subir escaleras;
• problemas de equilibrio, lo que hace que se tropiece;
• menor sensibilidad en la punta de los dedos, lo que genera dificultad para abotonarse prendas o atar cordones.
Cuanto más temprano se detecte la neuropatía periférica, mejor; es importante que hable con su médico sobre cualquier síntoma. Si sus síntomas son graves o están empeorando, su médico puede decidir modificar su tratamiento.
Para ayudar a aliviar las molestias y manejar la neuropatía periférica, intente lo siguiente
• Mantenga las manos y pies calientes
• Mantenga la piel humectada
• Haga ejercicios suaves, como caminatas
• Use zapatos que le calcen bien
• Tenga especial cuidado en la cocina, ya que es posible que no pueda sentir el calor de las ollas o el agua
• Considere solicitar asesoramiento; esto puede ayudarle a controlar los sentimientos y las emociones producto del deterioro de la función nerviosa.
Si la neuropatía le produce dolor, su médico puede recetarle medicamentos o recomendarle terapias complementarias como masajes o acupuntura para ayudarle a controlar las molestias.
Después del tratamiento, la mayoría de los pacientes siente que sus síntomas mejoran con el paso del tiempo, a medida que sus nervios se recuperan, aunque este proceso puede llevar muchos meses o incluso años. A veces, el deterioro de la función nerviosa es permanente; no obstante, si este es el caso, hay formas de manejar los síntomas para que generen menor molestia. Consulte a su médico qué estrategias de superación, como la acupuntura o el tratamiento del dolor,1 son adecuadas para usted.
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