¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno progresivo e inmunomediado. Eso significa que el sistema diseñado para mantener el cuerpo saludable ataca por error a las partes del cuerpo que son vitales para las funciones diarias. Daña el recubrimiento protector de las neuronas, que conduce a una disminución funcional del cerebro y de la médula espinal.
La EM es una enfermedad con síntomas impredecibles que varían en intensidad. Mientras algunas personas sufren de fatiga y entumecimiento, la EM grave puede provocar parálisis, pérdida de la vista y funciones cerebrales disminuidas.
Entre los primeros signos de esclerosis múltiple (EM) se encuentran los siguientes:
- Problemas en la vista.
- Cosquilleo y entumecimiento.
- Dolor y espasmos.
- Debilidad o fatiga.
- Problemas de equilibrio o mareo.
- Problemas de vejiga.
- Disfunción sexual.
- Problemas cognitivos.
1. Problemas en la vista
Los problemas visuales son uno de los síntomas más comunes de la EM. La inflamación afecta el nervio óptico y altera la visión central. Esto puede causar visión borrosa, visión doble o pérdida de la vista.
Es posible que no notes problemas en la vista de inmediato, ya que la degeneración de una vista nítida puede ser lenta. La pérdida de la vista puede venir acompañada de dolor al mirar hacia arriba o hacia un lado. Hay varias formas de tratar los cambios en la vista relacionados con la EM.
2. Cosquilleo y entumecimiento
La EM afecta los nervios del cerebro y de la médula espinal (el centro de mensajes del cuerpo). Esto significa que puede enviar señales conflictivas por todo el cuerpo. A veces no se envían señales. Cuando esto sucede, se presenta el entumecimiento.
Las sensaciones de cosquilleo y entumecimiento son uno de los indicios de alarma más comunes de la EM. Por lo general, el entumecimiento se siente en el rostro, los brazos, las piernas y los dedos.
3. Dolor y espasmos
El dolor crónico y los espasmos musculares involuntarios también son comunes en la EM. El Atlas de la EM, un proyecto conjunto entre la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de EM, indica que, si bien los datos mundiales varían, entre el 20 y 60% de personas con EM también padecen dolor crónico.
La rigidez muscular y los espasmos (espasticidad) también son comunes. Puedes experimentar rigidez en los músculos o en las articulaciones, así como dolorosos movimientos espasmódicos e incontrolables de las extremidades. Suele afectar las piernas, pero también es común el dolor de espalda.
4. Fatiga y debilidad
La Fatiga y debilidad de origen incierto afectan aproximadamente al 80% de los pacientes durante las primeras fases de la EM, según el Atlas de la EM.
La fatiga crónica se presenta cuando se deterioran los nervios de la médula espinal. Normalmente, la fatiga aparece de repente y dura semanas hasta presentar mejorías. Al principio, la debilidad se nota más en las piernas.
5. Problemas de equilibrio y mareos
Los mareos y los problemas de coordinación y equilibrio pueden disminuir la movilidad de una persona con EM. Tu médico puede referirse a ellos como dificultades para caminar. Las personas con EM suelen sufrir mareos y aturdimiento, o sentir como si todo diera vueltas (vértigo). Estos síntomas suelen presentarse cuando te pones de pie.
6. Disfunción de los intestinos y de la vejiga
Una vejiga disfuncional es otro síntoma que se da en hasta el 60% de las personas con EM de todo el mundo, y se registran índices más altos en países industrializados. Esto incluye la micción frecuente, las ganas constantes de orinar y la incontinencia.
Los síntomas urinarios suelen ser tratables. Con menor frecuencia, las personas con EM experimentan estreñimiento, diarrea o pérdida del control de los intestinos.
7. Disfunción sexual
La excitación sexual también puede ser un problema para las personas con EM, porque se origina en el sistema nervioso central, donde ataca la EM.
8. Problemas cognitivos
Cerca de la mitad de las personas con EM presentan algún tipo de problema cognitivo, por ejemplo:
- Problemas de memoria.
- Capacidad de atención reducida.
- Problemas lingüísticos.
- Dificultad para organizarse.
También es común la depresión y otros problemas emocionales.
9. Cambios en el estado emocional
La depresión es común en las personas con EM. El estrés de la EM puede provocar irritabilidad, cambios de humor y una afección llamada labilidad emocional, que se caracteriza por arrebatos de llanto y risa incontrolables.
Sobrellevar los síntomas de la EM, junto con problemas de pareja o familiares, puede causar depresión y otros trastornos psicológicos más problemáticos.
10. Otros síntomas
No todas las personas con EM tienen los mismos síntomas. Pueden aparecer distintos síntomas en recaídas o ataques. Además de los síntomas mencionados anteriormente, la EM puede provocar lo siguiente:
- Pérdida de la audición.
- Convulsiones.
- Crisis epilépticas incontrolables.
- Problemas de respiración.
- Balbuceos.
- Problemas de deglución.
¿Es hereditaria la EM?
La EM no es necesariamente hereditaria. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, existe una mayor probabilidad de que se manifieste la enfermedad si se tiene un pariente cercano con EM.
La población general solo tiene una probabilidad del 0,1% de presentar EM, pero la probabilidad aumenta entre 3,6 y 7,6% si se tiene un hermano o un padre con EM, según un estudio sueco, uno de los estudios de mayor relevancia sobre el tema.
La herencia no es uno de los factores que determinan la EM. Un gemelo tiene un 25% de probabilidad de tener EM si su hermano padece la enfermedad. Si bien la genética es definitivamente un factor de riesgo, no es el único.
Diagnóstico
Un médico, probablemente un neurólogo, hará varios estudios para diagnosticar la EM, por ejemplo:
- Examen neurológico: el médico busca deterioro en las funciones neuronales.
- Examen oftalmológico: serie de pruebas para evaluar la vista y buscar enfermedades oftalmológicas.
- Imagen por resonancia magnética (IRM): técnica que emplea un potente campo magnético y ondas de radio para crear imágenes axiales del cerebro y la médula espinal.
- Punción espinal (también denominada punción lumbar): un estudio en el cual se inserta una larga aguja en la médula para extraer una muestra del líquido que circula por el cerebro y la médula espinal.
Los médicos realizan estos exámenes para buscar daños en el sistema nervioso central en dos áreas separadas. También deben determinar el lapso transcurrido (como mínimo un mes) entre los episodios que causaron daños. Además, estos estudios se utilizan para descartar otras enfermedades.
La EM suele desconcertar a los médicos por sus distintos grados de gravedad y formas en las que afecta a los pacientes. Las crisis pueden durar unas semanas y después desaparecer. Sin embargo, las recaídas pueden empeorar progresivamente, de la forma más impredecible, y presentar distintos síntomas. La detección temprana puede ayudar a prevenir el avance rápido de la EM.
Diagnóstico erróneo
También cabe la posibilidad de un diagnóstico erróneo, sobre todo durante las etapas iniciales de la enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud, casi un tercio de los países de todo el mundo diagnostican EM sin emplear el sistema común de diagnóstico por imagen del cerebro, usado en otras partes del mundo.
En Estados Unidos, un estudio demostró que el 75% de los especialistas en EM encuestados habían atendido al menos tres pacientes mal diagnosticados en los últimos 12 meses. Estudios similares confirmaron otros hallazgos en países como el Reino Unido.
Cómo continuar
La EM es un trastorno que constituye todo un desafío, pero los investigadores han descubierto muchos tratamientos que pueden retrasar su avance.
La mejor defensa contra la EM es ir de inmediato al médico después de las primeras señales de alarma. Esto es sumamente importante si un familiar directo padece la enfermedad, ya que es uno de los factores de riesgo claves de la EM.
No lo dudes. Puede marcar una gran diferencia.
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